lunes, 2 de febrero de 2009

COLOMBIA….. TAN CERCA PERO TAN LEJOS.

Acabamos de regresar de un pequeño viaje que hicimos a Bogotá Colombia. Fueron unos días muy relajantes, con la mejor compañía y de verdad que nos sirvió para descansar. Aparte de compartir algunas fotos, también voy a compartir algunas reflexiones.

Por mi cercanía a la frontera con Colombia, algunos buenos amigos y conocidos colombianos e incluso, por la formación militar que recibí, he tenido la oportunidad y la necesidad de estar enterado de todo lo que ocurre en el vecino país desde hace por lo menos 25 años. De hecho, mis hermanos y yo aprendimos a nadar en una piscina en Cúcuta, donde nos llevaba mi papá cuando éramos niños.

Incluso, durante mi vida profesional tuve la oportunidad de trabajar en San Antonio del Táchira y mas de una vez me pasé al otro lado de incógnito a buscar información que me sirviera en mi trabajo. En ese momento Cúcuta era una especie de lejano oeste, donde la ley del mas fuerte se aplicaba al pie de la letra y donde los diferentes grupos irregulares imponían sus propias leyes y sus propios impuestos. Y ojo, no estoy hablando de otra época, sino del año 1998.

Pues bien, 10 años después tuve la oportunidad de ver los cambios que se han sucedido en el hermano país desde el año 98 hasta la fecha. Me da mucha alegría ver que ese país que llegó a tener gobiernos que prácticamente regalaron parte de su territorio a grupos irregulares, hoy se pueda respirar tranquilidad, seguridad, estado de derecho, calidad de vida y como brillantemente me lo dijo nuestro anfitrión palabras mas, palabras menos “Hay cosas malas por corregir, hay quienes insisten en hacer las cosas mal, pero la gran mayoría el gobierno y el pueblo en general, quieren hacerlo bien y ponen todo de su parte para que salga bien”. De allí que todo este presentable, limpio, las personas son extremadamente amables y educadas, se crean lugares que invitan al turismo, como decimos en Venezuela “Le sacan punta a una bola de billar”. Ejemplos de esto es La Catedral de Sal, que no es más que una mina donde han acondicionado un área para turistas. El parque de Alpina que esta fábrica de lácteos hizo al lado de sus instalaciones, para recibir a visitantes. Hoy es un sitio obligado de visita a propios y extraños que llegan a Bogotá. Un pueblo que existe desde la colonia llamado Guatavita que al construirse una represa se mudo tierras arriba, tratando de preservar el patrimonio hístorico. Y el Parque Jaime Duque, que tiene entre otras cosas, unas representaciones de la 7 maravillas del mundo antiguo y un zoológico. Sencillamente sin palabras. No hay en Venezuela un parque que siquiera valga la pena compararlo. Ojo y todo lo que hay allí ha sido construido con y por colombianos. En fin, otra visión y otros objetivos; y solo a 415 Kms. de la pequeña Venecia.

Como para pensar en ello.