Algunas cosas han ocurridos en estos dos meses, casi todas programadas y otras pues no tanto.
La renuncia a mi trabajo.
Aunque nunca lo comenté, hasta el pasado 11 de Julio, trabajé en la Fuerza Armada Nacional, en la Guardia Nacional, por espacio de 15 años. Estaba en el grado correspondiente a mi tiempo de servicio (Mayor con dos años de antigüedad) y con muchísimas posibilidades de seguir ascendiendo en la profesión. Sin embargo y mucho antes de decidirme a emigrar, ya había tomado la decisión de no iba a continuar en la misma sino hasta cumplir 15 años y de esta manera asegurar una pensión. En fin, para no hablar mal, basta decir que si ese mundo que yo viví (el militar) es reflejo de la sociedad venezolana (así lo creo) y de lo que le espera, me da vergüenza en lo que nos convertimos y me da mucha lástima lo que nos espera y falta por vivir.
La solicitud de los últimos requisitos.
El día 01 de Septiembre, mi esposa recibió un email de DIAC, donde le fué solicitado los resultados del IELTS o en su defecto, el pago de la multa por la no presentación del IELTS del aplicante secundario (yo). Con esto pendiente y al no sentirme preparado para rendir este exámen antes de la fecha límite, se efectuó el pago de la multa y con esto dimos por entregados todos los requisitos exigidos para la obtención de la visa. Ojala y esta espera que desespera esté por finalizar.
Vacaciones en familia.
Dentro de las miles de cosas a las que renuncié estando en la carrera militar, fueron las largas vacaciones y la posibilidad de viajar al exterior. Por esto, la primera cosa que hice fué irme de vacaciones con mi esposita y con mi princesita por el occidente del país y pudimos visitar Maracaibo, Mérida, San Felipe, Barquisimeto, Chichiriviche, Tucacas, Valencia, Caracas, Guanare y luego regresamos a San Cristóbal. Fueron dos semanas maravillosas que me confirmaron que no hay nada más importante que la familia. Este viaje también lo disfrutamos mucho motivado a que nos reunimos con buenos amigos que hemos hecho durante el proceso de emigrar y en Caracas nos reunimos en casa de Roselli y Santos. Fue agradable poder conversar y volver a ver a un grupo de nuestros futuros vecinos en Australia. También pudimos compartir con nuestros amigos Laidy y Frank con sus tres retoños en Valencia. A ellos muchas gracias por las atenciones.
Mi viaje a USA.
Mi otro viaje fue a los Estados Unidos de América. Tengo 6 años practicando paracaidismo deportivo y siempre quise ir a USA, a alguna de sus múltiples zonas de saltos y hacer una buena cantidad de saltos seguidos, que por la infraestructura existente en el país, es imposible. Pues bien, salí para Skydive Deland, Deland, Florida, el 4 de septiembre. A pesar de que mi viaje coincidió con dos huracanes que me echaron a perder algunos días, en términos generales, la experiencia resultó muy positiva. Pude entrenar una modalidad de paracaidismo desconocida para mi (freefly) con dos paracaidistas venezolanos, excelentes profesionales y mejores personas que sirven como coach de paracaidismo en el Dropzone. Estos panas: Alejandro Ramos y Luís Alfredo López, realmente se ganaron mi respeto como paracaidistas y como personas. Ojala y hubiera más gente con la mente y las habilidades en el cielo, pero con los pies en la tierra, como ellos. Les deseo mucha suerte en la vida. Casualmente Alejandro y su esposa Daniela, vivieron en Australia 8 meses y a través de sus historias pude sentir que la decisión que tomamos mi esposa y yo, es la mejor. Pasaron unas cuantas horas hablándome maravillas de la que será mi nuevo país. Sin embargo este viaje a un país del primer mundo también sirvió para darme cuenta lo extremadamente mal que estamos en Venezuela y también para hacerme perder la paciencia y desear que llegue pronto, el momento de salir de este país.
El proceso de espera continúa y solo falta por decidir a qué ciudad vamos a llegar y cuando nos vamos, además de que nos llegue la Grand Letter; pero esos serán otros posts.
